Hace más de una década, en la Venezuela próspera que muchos conocimos, los recursos creativos para hacer publicidad en el país eran de grandes proporciones. Para los anunciantes, no representaba un problema destinar un pequeño porcentaje de su presupuesto a la publicidad, a sabiendas de que tal inversión, siempre iba a reflejarse de manera positiva en sus índices de ventas, por lo tanto, la garantía del éxito en campañas innovadoras y la competencia por obtener lealtad a la marca era una dicotómica disputa en la que éticamente las cartas estaban echadas, no había mucho que inventar, era como una operación matemática que solo podía tener un resultado, dependía de la creatividad de sus contendores, si era positivo o negativo.
El nacimiento de nuevas plataformas tecnológicas tales como la Internet dieron paso a una diversificación del mercado de la publicidad, impulsando su crecimiento galopantemente. Y es que la necesidad del consumidor de mantenerse informado no se quedo atrás, a medida que surgen nuevos productos y se conciben marcas genuinas , el consumidor demanda mayores bienes y servicios para satisfacer sus necesidades y obtener aquello que le proporcione los mejores beneficios, por lo tanto, la capacidad analítica de estas personas ha sido una variante para los estudiosos del comportamiento de compra del consumidor. De igual manera, las regulaciones y las normas que imponen criterios éticos para la concepción de campañas publicitarias también han ido variando de acuerdo a la época, aunque de vez en cuando se podía faltar a estos criterios para obtener una respuesta más directa del mercado siendo desleal, pero dentro de los límites de la libre competencia. Tales normas para aquellos tiempos no tenían porque ser motivo para limitar la creatividad.
Debido a todos estos factores y otros más, las agencias de publicidad comenzaron a segmentarse, pues se fueron creando necesidades que exigían una mayor demanda por parte de los anunciantes, ejemplo de esto, podrían ser las enrocadas agencias comercializadoras de medios, las especializadas en publicidad exterior o las dedicadas a los servicios. Sucesivamente, se fue avanzando en esta materia hasta la actualidad y mejor ejemplo de este avance lo serían las agencias especializadas como las dedicadas a crear publicidad BTL (Below the Line) o mejor denominada como publicidad alternativa.
Muy Bien!!, es un digno ejemplo de la supervivencia de la Publicidad en estos tiempos y es que en la actual génesis publicitaria del siglo XXI, toma gran importancia la creatividad, pues aquellos factores que no parecían ser relevantes, hoy son prioritarios; lo que para aquellos tiempos no era más que una práctica por la supremacía del liderazgo hoy es un eminente factor de riesgo.
Los tiempos cambiaron y es que ahora debemos hablar de la función social de la creatividad y debemos empezar a adaptarnos al concepto de creatividad socialista, Si!! no esta leyendo mal! Creatividad so-cia-lis-ta!!. La Publicidad siempre ha tenido una función social: comunicar, y siempre quienes vivimos sumergidos en este apasionante medio aportamos ideas claras para satisfacer las necesidades de la gente. Pero… es que añadirle un carácter social a la creatividad no es solamente pensar en función del beneficio del consumidor, hoy en día, representa un aporte a quienes solo se benefician de la tan afamada marca “socialismo del siglo XXI” es tan sencillo como servirle al patrono sin que este recompense a su subalterno. Esta marca que lleva ocho años en su ciclo de vida ha puesto en alerta a las mentes de la verdadera creación. Tanto anunciantes como creativos se han visto en la obligación de buscar constantes formas de expresión de mensajes que calen en la sociedad sin causar un daño moral en la misma. Este es un nuevo concepto en la Venezuela social, pues anteriormente no habría daño alguno ni motivo de preocupación al exponer ideas que indujeran a una u otra conducta determinada, entonces..., ¿porque ahora la emisión de un mensaje de este tipo tiene que verse con visos de malicia?... y no sólo eso, sino que el precio que hay que pagar por cometer un error en el ejercicio de la comunicación ya sabemos todos lo puede llegar a costar.
Es por eso que debemos empezar a digerir la idea de una real revolución creativa, ya que hoy en día no basta con tener un buen producto, hay que mercadear de acuerdo a una trilogía relativista: precio-valor, calidad-cantidad y mensaje-mercado; Es decir, que en la praxis de la creatividad, hacer buena publicidad no sólo depende de las exigencias y recursos de los anunciantes sino de la función social que tenga la marca. Hay que cubrir todas estas variantes para poder obtener los mejores resultados, sin caer en el atropello del mensaje implícito en el anuncio.
Finalmente debo decirles que la publicidad en Venezuela, se ha convertido en un reto para las mentes más brillantes, sólo sobreviven quiénes tienen las fortalezas suficientes para comunicar efectividad en sus mensajes… quienes no cumplan con las exigencias del consumidor… sencillamente quedan fuera del juego. Contundencia, es la clave para llegar a la mente del consumidor Venezolano y la herramienta más importante para crear….en tiempos de revolución.
Por: José Luis Ochoa. F.
El nacimiento de nuevas plataformas tecnológicas tales como la Internet dieron paso a una diversificación del mercado de la publicidad, impulsando su crecimiento galopantemente. Y es que la necesidad del consumidor de mantenerse informado no se quedo atrás, a medida que surgen nuevos productos y se conciben marcas genuinas , el consumidor demanda mayores bienes y servicios para satisfacer sus necesidades y obtener aquello que le proporcione los mejores beneficios, por lo tanto, la capacidad analítica de estas personas ha sido una variante para los estudiosos del comportamiento de compra del consumidor. De igual manera, las regulaciones y las normas que imponen criterios éticos para la concepción de campañas publicitarias también han ido variando de acuerdo a la época, aunque de vez en cuando se podía faltar a estos criterios para obtener una respuesta más directa del mercado siendo desleal, pero dentro de los límites de la libre competencia. Tales normas para aquellos tiempos no tenían porque ser motivo para limitar la creatividad.
Debido a todos estos factores y otros más, las agencias de publicidad comenzaron a segmentarse, pues se fueron creando necesidades que exigían una mayor demanda por parte de los anunciantes, ejemplo de esto, podrían ser las enrocadas agencias comercializadoras de medios, las especializadas en publicidad exterior o las dedicadas a los servicios. Sucesivamente, se fue avanzando en esta materia hasta la actualidad y mejor ejemplo de este avance lo serían las agencias especializadas como las dedicadas a crear publicidad BTL (Below the Line) o mejor denominada como publicidad alternativa.
Muy Bien!!, es un digno ejemplo de la supervivencia de la Publicidad en estos tiempos y es que en la actual génesis publicitaria del siglo XXI, toma gran importancia la creatividad, pues aquellos factores que no parecían ser relevantes, hoy son prioritarios; lo que para aquellos tiempos no era más que una práctica por la supremacía del liderazgo hoy es un eminente factor de riesgo.
Los tiempos cambiaron y es que ahora debemos hablar de la función social de la creatividad y debemos empezar a adaptarnos al concepto de creatividad socialista, Si!! no esta leyendo mal! Creatividad so-cia-lis-ta!!. La Publicidad siempre ha tenido una función social: comunicar, y siempre quienes vivimos sumergidos en este apasionante medio aportamos ideas claras para satisfacer las necesidades de la gente. Pero… es que añadirle un carácter social a la creatividad no es solamente pensar en función del beneficio del consumidor, hoy en día, representa un aporte a quienes solo se benefician de la tan afamada marca “socialismo del siglo XXI” es tan sencillo como servirle al patrono sin que este recompense a su subalterno. Esta marca que lleva ocho años en su ciclo de vida ha puesto en alerta a las mentes de la verdadera creación. Tanto anunciantes como creativos se han visto en la obligación de buscar constantes formas de expresión de mensajes que calen en la sociedad sin causar un daño moral en la misma. Este es un nuevo concepto en la Venezuela social, pues anteriormente no habría daño alguno ni motivo de preocupación al exponer ideas que indujeran a una u otra conducta determinada, entonces..., ¿porque ahora la emisión de un mensaje de este tipo tiene que verse con visos de malicia?... y no sólo eso, sino que el precio que hay que pagar por cometer un error en el ejercicio de la comunicación ya sabemos todos lo puede llegar a costar.
Es por eso que debemos empezar a digerir la idea de una real revolución creativa, ya que hoy en día no basta con tener un buen producto, hay que mercadear de acuerdo a una trilogía relativista: precio-valor, calidad-cantidad y mensaje-mercado; Es decir, que en la praxis de la creatividad, hacer buena publicidad no sólo depende de las exigencias y recursos de los anunciantes sino de la función social que tenga la marca. Hay que cubrir todas estas variantes para poder obtener los mejores resultados, sin caer en el atropello del mensaje implícito en el anuncio.
Finalmente debo decirles que la publicidad en Venezuela, se ha convertido en un reto para las mentes más brillantes, sólo sobreviven quiénes tienen las fortalezas suficientes para comunicar efectividad en sus mensajes… quienes no cumplan con las exigencias del consumidor… sencillamente quedan fuera del juego. Contundencia, es la clave para llegar a la mente del consumidor Venezolano y la herramienta más importante para crear….en tiempos de revolución.
Por: José Luis Ochoa. F.
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